Las fallas en la Construcción de edificios son comunes, sin embargo, existen ciertos mecanismos de control que impiden que los daños sean graves y costosos. Realizar un mantenimiento a tiempo, utilizar materiales resistentes y seguir un adecuado plan de diseño logrará que una edificación sea sólida y se aleje de las fallas.
Entre las fallas más comunes que se presentan en los proyectos de construcción se encuentran los asentamientos en suelos, agrietamiento en losas y muros, desprendimiento de pintura en acabados, así como filtraciones de humedad. En ocasiones, estas anomalías no reciben la debida atención ya que se basan en pequeños detalles y no se les da importancia, pero la realidad es que pueden llegar a ocasionar grandes molestias.
Para evitar complicaciones, debe de realizarse una correcta supervisión de los acabados. En el caso de compactaciones, impermeabilizaciones y rellenos de muros, la constructora proyecto es la responsable de asegurar el correcto desarrollo de la obra, revisando los diseños así como el buen desempeño de los obreros que sin la supervisión necesaria pueden tender a la pereza o el descuido.
Además, el residente o dueño de la obra también es responsable de supervisar que la construcción esté aprobada por los controles de calidad. Para facilitar el cumplimiento de éstos, se recomienda ampliamente contar con un cronograma de trabajo en donde se incluya la revisión a fin de brindar al cliente una herramienta para estar siempre al tanto de las cosas.
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