Existen algunos niveles operativos que se deben tener en cuenta a la hora de llevar a cabo la construcción de proyectos.
• El entorno. Es el conjunto de elementos no pertenecientes al proyecto, pero que influyen en él y que, a su vez, se ven afectados por la acción del proyecto.
• El Proceso proyectual. Este define el proyecto como un proceso interactivo de solución de problemas fundamentado en la transformación de la información disponible mediante el análisis, síntesis y evaluación de la misma para llevar a cabo el proyecto en condiciones óptimas.
• Fases del proyecto. Definen el proyecto como un sistema descomponible, jerarquizable en su descripción o diseño y en su desarrollo o ejecución.
• Metodologías específicas. Expresan la gran diversidad de condiciones de diseño que diferencian unos proyectos de otros, derivados de las características de los límites, fines y recursos, puestos en juego y que conducen a la definición de una metodología específica para los proyectos en construcción.
• La infraestructura. Es necesaria para llevar a cabo el diseño, ensayos, documentación y ejecución del proyecto.
Posterior a esto, se define el ciclo de vida de un proyecto con la estructuración en fases:
• Definición conceptual.
• Estudio de viabilidad técnica, económica y financiera.
• Diseño básico.
• Diseño detallado.
• Ejecución material.
• Puesta en marcha y funcionamiento normal.
• Desactivación.
En base a los resultados obtenidos en cada una de las fases, se toma la decisión de seguir adelante con el proyecto o no; en el caso de seguir adelante, en la fase siguiente se comienza par una planificación de las tareas a desarrollar de acuerdo con los objetivos marcados en la definición de las construcciones planificadas. Es importante que se asignen medios para realizar las tareas y fijar plazos de tiempo.
Debe señalarse también que, en algunos tipos de proyectos, como lo son los proyectos industriales, puede presentarse un solapamiento entre fases; por ejemplo, pueden realizarse simultáneamente actividades correspondientes al diseño y la ejecución del proyecto. Este es el caso de muchos proyectos de construcciones industriales en donde, por motivos tecnológicos y para ganar tiempo, se solapan ambas fases. Por ejemplo, en la construcción de bodegas se van diseñando las soluciones constructivas del proyecto al tiempo que se ejecuta materialmente.
La fase de ejecución debe transformar las ideas propuestas en el diseño en hechos materiales, es decir, en una realidad industrial en funcionamiento.
El trabajo técnico, que se desarrolla en esta fase, no es sólo intelectual, sino que hay que combinar tecnología y recursos materiales para hacer realidad el proyecto.
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